La epistemología de la
infancia en situación de riesgo se centra en la situación familiar,
identificando las causas y los factores de riesgo en el microsistema familiar:
la desestructura familiar, los maltratos infantiles familiares, la dinámica
conflictiva entre padres e hijos, la ausencia o el exceso de disciplina, la
negligencia o la ausencia de lazos afectivos,... son algunos de los factores
que se han identificado como causa de la desadaptación social.
Todos estos factores tienen
una influencia directa sobre los procesos de desajuste entre el sujeto y la
sociedad. Sin embargo, las preguntas a plantear son:
-
¿Solo la familia
puede reunir indicadores que explican las situaciones de riesgo?
-
¿Existen otras
situaciones, fuera de la familia, que provocan la aparición de poblaciones
infantiles en situación de riesgo social?
-
¿Se puede hablar
de infancia en situación de riesgo social cuando no existen maltratos o
negligencia en la familia?
-
En definitiva,
¿las sociedades desarrolladas y avanzadas son el escenario de nuevos grupos de
riesgo social?
Se trata, principalmente, de
las situaciones de riesgo de:
-
Niños, niñas y
adolescentes acogidos o tutelados por las instituciones de protección.
-
Menores de otros
países que han migrado hasta aquí sin sus familias.
-
Adolescentes
infractores, que han cometido delitos y son objeto de medidas judiciales.
-
Hijos e hijas de
familias de trabajadores temporeros que se desplazan de unos lugares a otros
para realizar tareas agrícolas.
-
Niños, niñas y
adolescentes de orientación homosexual (lesbianas y gays) o bisexual, o con
identidad transexual o transgénero.
-
Niños, niñas y
adolescentes con graves enfermedades mentales.
-
Alumnos y
alumnas con necesidades educativas especiales o específicas derivadas de su
discapacidad, de su origen o de su pertenencia a un medio social desfavorecido.
-
Menores que son
sujetos activos o pasivos de maltrato o violencia.
-
Adolescentes con
consumos problemáticos de drogas…
¿COMO DETECTAR A LA NUEVA INFANCIA EN RIESGO
SOCIAL?
Se describen tres grandes
bloques de necesidades:
-
las de carácter
físico biológico.
-
las de carácter
cognitivo
-
las necesidades
emocionales y sociales.
Esta taxonomía de
necesidades infantiles permite analizar aquellas situaciones en que, si bien no
se da maltrato infantil, si que representan una situación de necesidades no
cubiertas. Este planteamiento permite la mejora del bienestar de la infancia de
forma más amplia que desde la teoría de las carencias, y también permite
identificar no solo las situaciones familiares, sino también aquellas del
entorno ecológico de los niños y niñas que pueden poner en riesgo su
desarrollo, hasta dar paso a situaciones de desadaptación.
En definitiva, tiene en
cuenta una perspectiva ecológica y interactiva, que valora todos los entornos
sociales del niño, así como su interacción, y puede servir al objetivo
planteado en este texto. El siguiente cuadro refleja todas las necesidades
básicas, así como las situaciones correspondientes consideradas de riesgo:
LOS NUEVOS COLECTIVOS EN SITUACIÓN DE RIESGO SOCIAL
Partiendo de la base que son
estas necesidades las que cualquier menor debe tener cubiertas para
desarrollarse de forma integral, podemos empezar a operativizar y a definir
situaciones que están emergiendo en las sociedades más desarrolladas, y que
plantean nuevas situaciones de riesgo social. Se trata de situaciones en las
que la infancia puede tener una familia que cumpla sus funciones parentales,
pero que tiene algún otro entorno ecológico, que forma parte de su
socialización secundaria, y que por acción u omisión no cubre sus necesidades.
El siguiente cuadro resume dicha relación a través de algunos ejemplos de
nuevos colectivos en situación de riesgo social.
EL MALTRATO ENTRE IGUALES
El maltrato entre iguales ha
sido definido como "un comportamiento prolongado de insulto verbal,
rechazo social intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños
hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctimas de sus
compañeros" (Olweus, 1993).
Este fenómeno, que se suele
dar en el marco escolar, pero que también se puede generar en otros contextos
(las pandillas de la calle, en los recursos de tiempo libre,...) constituye una
clara situación de riesgo social fundamentalmente para las víctimas, pero
también para los agresores y los observadores. Todos ellos están haciendo un
aprendizaje social y construyendo un esquema de socialización, en el que los
límites del poder están en la agresividad y la prepotencia, alterando cualquier
esquema normalizado de dominio-sumisión.
Cuando se da cualquier forma
de maltrato entre iguales, ya sea el maltrato físico, el psicológico (insultos,
amenazas, desprecios, propuestas de tipo sexual, ignorar, ofender,... ) o
ambos, son las necesidades de seguridad emocional y de tener una red de
relaciones sociales las que siempre quedan descubiertas. La creación de la
autoestima, tan relacionada con vivir y crecer en un clima de aceptación, se ve
minada.
Finalmente, para el
desarrollo integral de la infancia el establecimiento de relaciones de amistad
y de compañerismo es una pieza clave que permite la paulatina creación de
actitudes positivas hacia los individuos en pro a la sociabilidad de los
mismos. El peligro ante estas situaciones de maltrato entre iguales es que se
integren patrones y actitudes que van a encaminar hacia una vida social
distorsionada.
LA VIOLENCIA ESCOLAR
La violencia escolar es un
fenómeno que ha ido surgiendo en los países occidentales más avanzados y que
cada vez preocupa más. El estudio de sus causas, consecuencias y de las posibles
soluciones está ocupando un lugar importante en la investigación y la
publicación científica.; este fenómeno ha sido denunciado por los medios de
comunicación cuando se ha llegado a casos extremos y llamativos, pero sin
embargo se puede dar en diferentes formas y grados, y todas ellas perturban el
buen funcionamiento educativo de la institución escolar.
La institución escolar tiene
una clara función relacionada con el desarrollo de las habilidades y
capacidades cognitivas de la infancia y la adolescencia, con la finalidad de
formar sujetos que se puedan integrar en la sociedad de forma positiva. Esto
conlleva un trabajo de transmisión de valores de tolerancia y de respeto hacia
los otros, independientemente de su raza, nacionalidad o sexo, así como de
respeto a los bienes materiales propios y comunes.
Sin embargo, cuando la
institución escolar se convierte en el escenario de la violencia escolar, se
esta dando un claro riesgo que la construcción social del individuo sea en base
al racismo, al dogmatismo, a la ley del silencio y/o a la ley del más fuerte.
Los valores antisociales que existen detrás de cualquier forma de violencia
pueden convertirse en los referentes de los alumnos que los están viendo,
asimilando y sufriendo día tras día. Todo ello sin olvidar que también conlleva
un perjuicio respecto a las necesidades sociales propias de las edades
escolares.
¿Un niño que observa de
forma constante como sus compañeros insultan a los profesores tiene las mismas
posibilidades de aprendizaje social que otro que vive en un clima positivo de
convivencia escolar? ¿Una niña que protagoniza capítulos habituales de insultos
y burlas machistas, está recibiendo una correcta socialización secundaria? En
definitiva, ¿es posible afirmar que los actos disruptivos, así como la
violencia escolar más grave son factores de riesgo de la desadaptación social?
Parece ser que la respuesta es afirmativa, poniendo sobre la mesa la necesidad
de hacer actuaciones multidimensionales en situaciones de riesgo social que se
dan fuera de los entornos familiares.
*El “Bullying” (Acoso escolar)
Características del
Bullying
- Suele incluir conductas de
diversa naturaleza (burlas, amenazas, agresiones físicas, aislamiento sistemático,
etc.).
- Tiende a originar
problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.
- Suele estar provocado por
un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima que se encuentra indefensa.
- Se mantiene debido a la
ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las
víctimas sin intervenir directamente.
- La víctima desarrolla
miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia; pérdida de confianza
en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento escolar.
- Disminuye la capacidad de
comprensión moral y de empatía del agresor, mientras que se produce un refuerzo
de un estilo violento de interacción.
- En las personas que
observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se produce falta de
sensibilidad, apatía e insolidaridad.
- Se reduce la calidad de
vida del entorno en el que se produce: dificultad para lograr objetivos y
aumento de los problemas y tensiones.
*Tipos de “Bullying”
- Físico: empujones, patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con
más frecuencia en primaria que en secundaria.
- Verbal: insultos y motes, menosprecios en público, resaltar
defectos físicos, etc. Es el más habitual.
- Psicológico: minan la autoestima del individuo y fomentan su
sensación de temor.
- Social: pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
A veces, pueden aparecer de
forma simultánea.
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS
En relación a la infancia
que vive los movimientos migratorios nos encontramos con casuísticas
diferentes; por un lado está el/la hijo/a del emigrante que forma parte de una
familia que no se separa y se traslada toda junta a un país desarrollado;
también encontramos niños/as que ven como su familia se tiene que separar
porque el padre o la madre emigran a otro país; o también el caso de
adolescentes que emigran solos a un país europeo con la esperanza de encontrar
trabajo. En todos estos casos, así como en el resto de situaciones producidas
por la emigración, nos encontramos ante una problemática social que genera una
situación de riesgo para la infancia que la vive.
Un ejemplo de ello es el
colectivo de adolescentes emigrantes que están desamparados; se calcula que en
la ciudad de Barcelona existen 300 menores de edad magrebíes que viven en la
calle. Son chicos/as que emigran sin su familia a nuestro país con la esperanza
de encontrar trabajo, pero lo hacen sin documentación, sin tener la edad
necesaria para incorporarse al mundo laboral y, por su puesto, sin calificación
profesional. Ello ha generado un colectivo en riesgo social caracterizado por
la movilidad geográfica, un desarraigo social y familiar, sin identificación y
que cometen pequeños delitos para sobrevivir en el país que les acoge.
LOS “MASS MEDIA” (MEDIOS DE COMUNICACIÓN)
La violencia en la
televisión y el estudio de las consecuencias en la agresividad y las conductas
violentas de los niños también es frecuente y llega a conclusiones que
relacionan una y otra variable en función de otras características. Un reciente
estudio de la Universidad
de Michigan, desarrollado durante 15 años, ha llegado a la conclusión que
los/as niños/as que ven programas violentos en televisión están más
predispuestos a protagonizar actitudes y respuestas agresivas cuando son
adultos. A su vez, autores como por ejemplo Petrus (2001) han denunciado la
capacidad de modelling de los mass media como una de las causas de que los
escolares adopten como propios, patrones de conducta violentos y agresivos.
Resulta contradictorio que la sociedad actual, con el uso y abuso de la
televisión, pretenda cubrir la necesidad básica de comprensión social; la
contradicción radica en el mismo contenido de los programas televisivos:
actitudes violentas, agresivas, racistas, sexistas,. Frente a los contenidos y
los valores que esa misma sociedad dice y reclama que se transmitan a través de
la familia, la escuela o los centros educativos no formales.
En definitiva, la aparición
de nuevas poblaciones en riesgo de exclusión, desadaptación o inadaptación
social, tiene mucho que ver con las características y los medios de
socialización secundaria que se van generando en las sociedades avanzadas; prevenir
sus consecuencias y la consolidación de las mismas, requiere un esfuerzo
multidimensional e interdisciplinar, en actuaciones planteadas desde el modelo
ecológico y la acción por redes, dado que todos los entornos son la causa y, a
su vez, la solución. La complejidad d del fenómeno requiere actuaciones
globales que abarquen medidas políticas, legales, escolares, familiares, Tal y
como se plantea en la declaración de Copenhague de 1995 sobre el desarrollo
social, la sociedad debe ser sensible al desarrollo y el bienestar social de
todos los sectores sociales, y de forma particular de la infancia que vive
situaciones vulnerables.
Hola! ¿Me podrías decir el nombre y primer apellido del autor/a de esta publicación? me ha parecido muy interesante y la quería citar en mi Trabajo Fin de Máster. Gracias de antemano. Un saludo.
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